Mires donde mires, la verás hermosa: Casas de piedra de arquitectura tradicional, campanarios, callejuelas adoquinadas, viejas iglesias, tiendas y alojamientos perfectamente integrados en el entorno. Dimitsana es uno de los destinos y pueblos de montaña tradicionales más conocidos del Peloponeso.
Mires donde mires, la verás hermosa: Casas de piedra de arquitectura tradicional, campanarios, callejuelas adoquinadas, viejas iglesias, tiendas y alojamientos perfectamente integrados en el entorno. Dimitsana es uno de los destinos y pueblos de montaña tradicionales más conocidos del Peloponeso. Hasta allí llega el turismo durante muchos meses del año, a lo que contribuyen los lugares de interés cercanos como Stemnitsa, los monasterios de Prodromos y Filosofos, la antigua Gortina, la garganta del Lusio- donde puedes caminar y realizar diversas actividades -. En la historia de la Grecia moderna, esta ciudad se encuentra estrechamente vinculada a la guerra de independencia de 1821, puesto que sus molinos de pólvora suministraron de este material a todo el país.
Declarado pueblo tradicional desde 1978, Dimitsana se extiende en forma de anfiteatro, construida en las frondosas laderas del Ménalo. Aquí se encontraba la antigua Teutis, que floreció en el periodo clásico y en el helenístico. Las ruinas de sus muros pueden observarse incluso hoy en algunas de las calles de adoquines.
A partir del periodo bizantino y posteriormente, Dimitsana evolucionó hasta convertirse en un importante centro comercial de la Arcadia. El apogeo comenzó tras el siglo XVI, cuando la célebre Escuela del vecino monasterio de Filosofos se trasladó al pueblo principal y se creó la Escuela Griega de Dimitsana.
La hermosa ciudad recuerda incluso hoy el aura de su pasado gracias a las casas señoriales conservadas, como la casa de los Antonopoulos, de los Kazakos, de Xenios, etc., así como las majestuosas iglesias de piedra como la de Vlachopanayia, Metamorfosis o Ayios Georgios.
El regalo del agua. Gracias al Lusio, que fluye bajo el pueblo, en el siglo XIX se crearon en Dimitsana importantes instalaciones e industrias que funcionaban gracias a la fuerza del agua. Eran los molinos de harina, la curtiduría, los torbellinos, el molino de pólvora, etc. Podrá ver instalaciones tradicionales y mecanismos hidrocinéticos en el Museo al Aire Libre de Hidrocinética: Único en su especie en Grecia, fue creado por la fundación cultural del Grupo Pireaus y atrae a multitud de visitantes a lo largo de todo el año. (Teléf.: 27950 31630).
En el pueblo también existen numerosos alojamientos en edificios de arquitectura tradicional muy bien conservados. Hay tabernas, cafeterías y tiendas en las que comprar souvenirs y productos locales. La calle central del pueblo es la calle Lambardopoulou. En las tabernas se sirven carnes de muchos tipos (como oveja, jabalí, gallo en salsa, etc.). Como en la vecina Stemnitsa (11 kilómetros), los productos tradicionales que se venden en las tiendas son chilopites caseras y trahana, dulces de varios tipos, miel, etc.
Senderismo. Merece la pena conocer el sendero del menalontrail que une Dimitsana con Zigovisti y la ruta Stemnitsa - Dimitsana.
Desde el museo de Hidrocinética puede ir a pie y bajar a la antigua Gortina. Aquí encontrará el puente de Kokori.
La Biblioteca Pública de Dimitsana
Se alberga en un edificio de arquitectura excepcional diseñado por el célebre arquitecto Lisandros Kaftantzoglou. La biblioteca puede ser visitada. Fue creada en 1764 para cubrir las necesidades de los alumnos de la Escuela Griega de Dimitsana. Disponía de más de 5.000 ejemplares de antes de la guerra de Independencia, mas después solo pudieron salvarse unos 500. Como escribió en sus memorias el mismo Theodoros Kolokotronis, ¡el papel de los libros perdidos fue usado junto con pólvora para fabricar cartuchos!
Además, allí se concentran cerca de 35.000 ejemplares de libros viejos y nuevos, y la biblioteca destaca por su actividad editora. Científicos e investigadores la visitan todo el año. (Tlf. 27950 31219, www.vivliothiki-dimitsanas.gr).
Sabías que
Dimitsana se encuentra a 60 kilómetros de Trípoli y a aproximadamente 202 kilómetros de Atenas.
Desde la colina de Ayia Paraskevi, sobre el pueblo, podrá disfrutar de unas vistas panorámicas increíbles.
Encuentre el destino en el mapa interactivo.
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