70 casas- torre, 4 iglesias, 2 torres de guerra: Todo el pueblo de Vatheia es un estudio de la arquitectura de Mani. Y el atardecer del que podrá disfrutar, ¡corta la respiración!
Los innumerables clic de las cámaras de fotos y de los móviles interrumpen la tranquilidad.
Para los viajeros que llegan a Mani, Vatheia y sus torres, construidos en una extensión de 17 hectáreas, son la primera imagen. Y provocan asombro.
No tenga prisa en inmortalizarla subiendo la pendiente. Los mejores planos son desde la explanada, tres curvas tras pasarla hacia el sur. El atardecer allí se considera uno de los más ellos de Grecia.
70 casas- torre, 4 iglesias, 2 torres de guerra. La mayoría pertenecen a las familias Michalakis, Lagoudianos o Kallidonis. Fueron construidas entre 1840-1900, pero gradualmente comenzaron a ser abandonadas a causa de una vendetta que duró 40 años y resultó en más de 100 muertos. De hecho, quedó registrada por el general inglés William Leake durante su viaje por Mani.
Se dice que en siglo XIX, durante el periodo de apogeo de Vatheia, aquí vivían más de 300 personas. ¿Cómo? Oficialmente, dedicados a la ganadería y al olivo. Extraoficialmente, a la piratería.
En 1975, por iniciativa del entonces ministro de cultura, Tzanis Tzanetakis, Vatheia fue declarado pueblo protegido. El Organismo Helénico de Turismo asumió la restauración de las casas - torre conformándolas en 6 albergues con capacidad para 40 camas. Cuantos han tenido la suerte de quedarse allí, hablan de una atmósfera especial: de seguro, única y un poco... terrorífica, especialmente si decides salir de tu torre y pasear por las ruinas a la luz de la luna.
Por desgracia, el proyecto del Organismo Helénico de Turismo no se desarrolló como se preveía. Poco a poco los albergues pasaron a manos de sus propietarios iniciales o fueron abandonados. Hoy, algunas de las torres son salas de recepciones.
Vatheia se encuentra a 2 kilómetros del mar, a 30 kilómetros de Areopoli y a aproximadamente 100 kilómetros de Esparta.
Senderos alrededor de Vatheia
Los salvajes paisajes de piedra se abren ante tus ojos. Desnudos. Al natural. Quedas hechizado, incluso si estás acostumbrado a los paisajes frondosos de otras regiones. Desde Vatheia se puede caminar hasta Cipariso y la antigua Kenipoli. Más al sur, alrededor de Ténaro y de los pueblos de Marmari, Porto Kagio y Agriokampi, los senderos llevan a pequeños pueblos que han resistido al desarrollo. Sin duda, el sendero más interesante es el que lleva al cabo Ténaro, donde se alza el famoso faro de piedra.