El pueblo maniota de Gerolimenas, con sus casas de piedra al lado mismo del mar, combina la autenticidad con las infraestructuras turísticas más modernas.
Barcas de pescadores y veleros. Cocina tradicional de Mani, pescado fresco y sabores gourmet. Habitaciones de alquiler y hoteles boutique. Casas de piedra al lado mismo del mar. Aguas azul turquesa transparentes, bañadas por la luz del sol que aquí parece incluso más brillante. Gerolimenas consigue algo realmente difícil en nuestra época: combinar la autenticidad con las infraestructuras turísticas más modernas. Si lo ve desde lo alto, le recordará un pueblo siciliano: de hecho, se encuentra en la misma latitud que Sicilia. Las vistas hacia el mar y las rocas del cabo Grosso, especialmente al amanecer, cuando se visten de colores rosáceos, conseguirá que se siente a contemplarlas durante horas.
No es cualquier puerto de la Mani laconia. Su nombre parece que procede de las palabras «ieros limenas» («puerto sagrado») y que en su ubicación se encontraba la antigua Hipola. A finales del siglo XIX fue un importante centro transfronterizo desde donde se cargaban los barcos con productos de Mani y se transportaban a los mercados extranjeros. En 1875 el barco de vapor de la línea Kalamata - Pireo paraba aquí cuando realizaba el trayecto a Mani.
Sabías que
Gerolimenas se encuentra a 50 kilómetros de Gitión (Gytheio).
Partiendo del pueblo, puede visitar Vatheia, Marmari, Porto Cayo, el cabo de Ténaro.