Constituye el humedal de montaña más septentrional de los Balcanes, con gran variedad de fauna. Está incluido en la red Natura 2000 y se considera uno de los más importantes de Grecia.
Estimfalía se encuentra en la Corinto de montaña, a una altitud de 600 metros. Según la mitología, en la cuenca entre el Ziria y el Oligirto se encontraba el mítico nido de las aves de Estínfalo. Si viene en invierno, los velos de la niebla lo cubren por completo y los cañaverales se alzan solitarios de entre sus aguas para que pueda sentirse en la atmósfera de misterio que inspira.
Constituye el humedal de montaña más septentrional de los Balcanes, con una enorme variedad de fauna (alberga 160 especies, especialmente de aves). Está incluido en la red Natura 2000 y se considera uno de los humedales más importantes de Grecia. Está también incluido en el catálogo de la Sociedad de Ornitología de Zonas de Gran Importancia para las aves. Es una estación básica para las aves migratorias como las garcetas, moritos comunes, pagazas piconegras, fumareles comunes, martinetes, agiluchos pálidos.
En sus aguas vive también una extraña especie endémica de pez, el Phoxinellus stymphalicus, y el rutilo, el pez más pequeño de los Balcanes, incluido en el libro rojo de especies en peligro de extinción.
Las laderas del Oligirto y de Ziria está cubiertas de muchas y diferentes especies de vegetación. La extensión del humedal es de 3.650 hectáreas y la zona incluida en la red Natura 2000 llega a las 13.000 hectáreas.
El paseo alrededor del lago de Estimfalía parece un documental. La mejor ruta es la que sigue las orillas orientales, por el camino que se desarrolla a los pies del Oligirto y que concluye en el pueblo de Lauka. Desde allí las vistas del lago y del monte Cilene (Ziria) son impresionantes. Además, es un lugar ideal para observar las aves.
Si se decide por la zona occidental, algo que normalmente hacen los visitantes, conduzca hasta los pies del Cilene, caminando por el pueblo de Estimfalía y de Kionia y disfrutando de las vistas del lago y del Oligirto. Esta ruta le llevará al monasterio de Zaraka. A continuación, suba hacia Kastania, que se encuentra entre abetos a una altitud de 1000 metros. Respire hondo y llegue a la «nuca» del Mavrovouni - Geronti por la zona del Feneos, con sus interminables campos.
Más información sobre el Museo del Medio Ambiente y el yacimiento arqueológico de Estimfalía.
Sabías que
Alrededor del lago hay senderos organizados para caminar.
Más información sobre el humedal en e-stymfaliia.gr.
El mito de las aves de Estínfalo
Las mitológicas aves antropófagas de pico, garras y alas de bronce vivían ocultas en las costas de Entínfalo y fueron protagonistas, junto al semidiós Hércules, del sexto de sus trabajos. Las aves eran una gran amenaza para los hombres, los ganados y los cultivos. En una de las versiones, vivían cerca del pantano de Arcadia, de donde las expulsaron los lobos, de modo que se refugiaron en el lago Estínfalo. Hércules no sabía cómo hacer que las aves salieran de la espesa vegetación y entonces la diosa Atenea le ayudó ofreciéndole crémalas de bronce forjadas en la fragua de Hefesto. Haciéndolas sonar en una de las cimas cerca del lago, Hércules asustó a la aves que salieron atemorizadas de sus escondites. De esta forma, consiguió exterminar a las mayoría de las aves con flechas. Hércules, para mostrar su gratitud, ofreció algunas de las aves muertas a la diosa Atenea.
En un comentario de Pausanias conocemos que en su época existían en Arabia aves conocidas como «aves de Estínfalo», denominación que se atribuye a la fama de Hércules como fisionomía ya histórica y al peso del elemento griego entre los bárbaros. Las aves eran grullas de gran tamaño parecidas a los ibis, aflamencados, aunque sus picos estaban menos encorvados y eran más fuertes. Eran tan peligrosas como leones o leopardos puesto que atacaban a los cazadores y podían, con sus picos, traspasar protecciones de bronce o hierro. Para cazarlas, idearon una armadura de corcho que atrapaba sus picos.
Fuente: Atlas mitológico de Grecia, Pedro Olalla / Ediciones Road.
Los trabajos de Hércules
El célebre héroe, de la familia de Perseo, poseía capacidades sobrenaturales y, al tiempo, debilidades humanas. Nació en Tebas, hijo de Anfitrión y de Alcmene, pero su verdadero padre era Zeus. La diosa Hera envió la locura y el héroe, en una crisis, mató a los hijos que había tenido con Megara. Cuando volvió en sí, quiso suicidarse, mas decidió consultar primero al oráculo de Delfos. La respuesta de Pitia fue que debía ir a Argos y servir durante 12 años a su primo, el rey Euristeo. Así, para cumplir sus órdenes, debía ejecutar una serie de trabajos que le otorgarían el don de la inmortalidad y la entrada al Olimpo.
La presencia de Hércules como figura histórica puede ubicarse en la primera mitad del siglo XIII a. C.
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